A principios del siglo XX, el mundo anhelaba un nuevo estilo de diseño que encarnara la cultura contemporánea. Los esfuerzos por crear un lenguaje de diseño adaptado a las necesidades y gustos del mundo moderno cobraron forma durante las primeras décadas del nuevo siglo, cristalizando en París con la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industriales Modernas de 1925. El período Art Déco abarcó una multitud de influencias decorativas, incluyendo la actualización de estilos históricos, la introducción de elementos exóticos y la adaptación de corrientes artísticas de vanguardia como la abstracción geométrica del cubismo. No se trata de un estilo único ni de un movimiento unificado; el Art Déco es un lenguaje de diseño que refleja un enfoque decorativo para diseñar bienes de consumo atractivos durante el período de entreguerras. Abarcando todas las disciplinas de las artes aplicadas, el Art Déco se manifestó, en cierta medida, en todo el mundo, siendo quizás el primer lenguaje de diseño en hacerlo. El atractivo fundamental del Art Déco residía en sus cualidades decorativas, que los consumidores encontraban atractivas y glamurosas. Desde rascacielos, locomotoras, automóviles y transatlánticos hasta moda, publicidad y muebles y electrodomésticos de uso cotidiano, el estilo Art Déco cautivó la imaginación de diseñadores y consumidores por igual.